Por Gabriel Sghirla
Durante la jugada del segundo gol de Barcelona SC, el narrador del medio Globo Sporte quedó impresionado con la jugada que tejió y dijo: “Joga bonito Barcelona, triangulaçao”.
Desde el pitido inicial, Barcelona SC mostró una disposición táctica impecable. Segundo Castillo planteó un partido inteligente, neutralizando las fortalezas de Corinthians y explotando sus debilidades. La presión alta, la recuperación rápida del balón y la precisión en los pases fueron claves para dominar el mediocampo y generar constantes oportunidades de gol.
Leonai Souza y Dixon Arroyo fueron los pilares del mediocampo amarillo. Su despliegue físico, capacidad de distribución y visión de juego permitieron controlar el ritmo del partido y mantener a raya a los volantes brasileños. La conexión entre ambos fue fundamental para el equilibrio del equipo y la generación de juego ofensivo.
La defensa de Barcelona SC también brilló con luz propia. Gustavo Vallecilla, adaptado como lateral izquierdo, cumplió con creces su función, demostrando su versatilidad y solidez defensiva. A pesar de ser defensa central, Vallecilla se mostró seguro en la marca y preciso en la salida, sorprendiendo a propios y extraños. Bryan Carabalí, por la banda derecha, jugó uno de sus mejores partidos con la camiseta amarilla, destacando tanto en defensa como en ataque.
El tridente ofensivo conformado por Janner Corozo, Joaquín Valiente y Octavio Rivero fue una pesadilla para la defensa de Corinthians. Los tres jugadores se mostraron incisivos, rápidos y precisos en la definición. Corozo anotó un doblete, Rivero selló la goleada, y Valiente aportó velocidad y desequilibrio. A pesar de la contundencia, Barcelona SC pudo haber ampliado el marcador, ya que generó numerosas ocasiones de gol que no lograron concretar.
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