Por Luis Garcia
La final única de la Copa Libertadores 2022 a realizarse en el estadio Monumental, donde se enfrentarán Atlético Paranaense y Flamengo este próximo 29 de octubre, será un evento inédito y de los más relevantes que ocurran en nuestro país a lo largo de la historia, evento que ha acrecentado el estupor de los hinchas ‘azules’ que no paran de llorar al otro lado del Astillero.
Y peor si tomamos en cuenta que esta elección se pudo dar mucho antes, ya que BSC, el mismo 2021 aspiraba a que su escenario albergue el partido decisivo de esa edición, pero Conmebol determinó que la definición de la Libertadores y la Sudamericana serían en Montevideo, Uruguay. Que tuvo como ganadores a los brasileños, Palmeiras y Atlético Paranaense respectivamente.
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Un estadio icónico, no solo por la historia a nivel local, albergando varias campeonatos de Barcelona SC, sino porque ahí ya se jugaron dos finales antes de Copa Libertadores, la primera en 1991 cuando Barcelona pierde ante Olimpia de Paraguay, considerado uno de los robos más grandes de la historia del fútbol sudamericano y la segunda cuando el mismo conjunto ‘Torero’ caería ante Vasco da Gama de Brasil en 1998, donde el equipo brasileño fue inmensamente superior.
Ahora, se dará la tercera final de la Copa Libertadores en ese estadio, por lo cual, las primeras fotografías del estadio Monumental ‘Banco Pichincha’ fueron develadas por el presidente de la Conmebol a través de su cuenta oficial de Twitter, con el mensaje: "Ultimando detalles del escenario de la gran final de la CONMEBOL Libertadores". Imágenes que muestran el césped impecable, los graderíos pintados y el escudo antiguo de Barcelona SC con su fecha de fundación.
En 1993, el estadio Monumental, también fue la sede de la final de la última Copa América organizada por Ecuador, en la que la Selección Argentina se coronó campeona, al imponerse por 2-1 a México con un doblete del delantero Gabriel Batistuta. Y dos años después, en 1995, el estadio de BSC fue el escenario de la final del Mundial FIFA sub-17 entre Ghana y Brasil, torneo que originalmente iba a realizarse en 1991 pero por un brote de cólera se cambio de año, desembocando en nuestro país.
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