Ni el 2012, ni el 2016, la goleada más importante de BSC a Emelec

Repasamos la histórica goleada de Barcelona Sporting Club sobre Club Sport Emelec en 1955, un enfrentamiento que quedó grabado en la memoria de los aficionados como uno de los momentos más emblemáticos del clásico del fútbol ecuatoriano.

En la rivalidad entre los ‘hermanos’ del astillero, los enfrentamientos han dejado huella en la historia del fútbol ecuatoriano. Uno de los momentos más destacados fue la memorable goleada de Barcelona SC sobre Emelec el 31 de julio de 1955.

En aquella temporada, correspondiente a la quinta edición de los campeonatos profesionales del Guayas, Barcelona SC se coronó campeón y Emelec quedó como subcampeón de la Copa Guayaquil. Sin embargo, el enfrentamiento entre ambos equipos trascendió más allá del título en juego.

El partido comenzó con un gol tempranero de Jorge Larraz que puso a Emelec en ventaja, pero rápidamente Gonzalo "Chalo" Salcedo empató para Barcelona SC. La primera mitad fue un verdadero festival de goles, con ambos equipos anotando con frecuencia y sin dar tregua.

A pesar de los esfuerzos de Emelec por mantenerse en la pelea, Sigifredo Agapito Chuchuca, en una destacada actuación, marcó dos goles para Barcelona SC antes del descanso, llevando el marcador a 4-3 a favor del Ídolo. Júpiter Miranda, por parte de Emelec, también tuvo una actuación destacada al anotar dos de los goles del equipo azul.

El partido concluyó con un emocionante gol de Simón Cañarte a diez minutos del final, sellando la histórica victoria de Barcelona SC por 5-3. Cabe destacar que Mariano Larraz, de Emelec, tuvo la oportunidad de acortar la diferencia desde el punto penal, pero no logró convertir ante el arquero Jorge Delgado.

El clásico con mas goles 

El Clásico del Astillero de 1955 quedó grabado en la memoria de los aficionados como uno de los momentos más emblemáticos de esta histórica rivalidad. La intensidad y la emoción que se vivieron en ese encuentro siguen siendo recordadas por los seguidores de ambos equipos, que consideran aquel día como uno de los más inolvidables en la historia del fútbol ecuatoriano.